Consumir agua es un hecho vital. Una persona podría vivir un mes sin alimentarse, pero en cambio, si dejamos de beber agua nuestra vida puede correr peligro mucho antes.
Por lo general, suele aconsejarse tomar aproximadamente dos litros de agua diarios, pero lo cierto es que la cantidad recomendada depende del peso, talla y sexo de la persona, así como su actividad física y hábitos. Además, el exceso o defecto de determinadas sales en el agua, puede ocasionar efectos negativos a personas que sufran ciertas enfermedades o patologías como la hipertensión y los cólicos nefríticos entre otras.
Hay
que pensar que el agua que ingerimos, aparte de mantenernos hidratados, nos
ayuda a limpiar el organismo día a día, tanto de aquellos agentes externos que
inhalamos a través de la respiración, de los que ingerimos con la alimentación
o de los que naturalmente genera nuestro cuerpo. Así pues, beber la cantidad
recomendada de agua es algo muy saludable.
También
es importante el hecho de saber qué tipo
de agua es el mejor para nosotros dependiendo de nuestras necesidades
nutricionales y las enfermedades que padezcamos, ya que cada una, tiene una
mineralización y una dureza diferentes.
El
análisis de agua CHECK SALUD
que ofrecemos desde Labocheck, incluye la determinación de
parámetros físico-químicos que nos permiten conocer la concentración de las
sales mayoritarias en el agua. Hablamos de parámetros como los bicarbonatos, el
calcio, los cloruros, la dureza, el magnesio, el potasio, el residuo seco y el
sodio.
Y es
que pese a que el agua parece ser un producto inofensivo, lo cierto es que
puede jugarnos una mala pasada si su calidad no es buena.
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