30 de octubre de 2012

Consejos para ahorrar agua al poner la lavadora


La lavadora es el tercer electrodoméstico en el ranking de consumo, por detrás del frigorífico y el televisor. Generalmente, ponemos la lavadora entre 3 y 5 veces por semana, lo que supone, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), aproximadamente un 8% del consumo eléctrico anual de un hogar medio.

Sin embargo, con la elección de un electrodoméstico eficiente de clase A que se adapte a las necesidades de cada hogar y algunos trucos para hacer un uso más eficiente de la lavadora, podemos reducir el nivel de consumo energético en nuestros hogares y, por tanto, su factura.

Para ahorrar agua y energía al poner la lavadora, es básico separar la ropa blanca de la de color, así como clasificar la colada según el tipo de tejido y su grado de suciedad, ya que requieren las condiciones y programas de lavado diferentes en cada caso.

También es necesario llenar la lavadora para aprovechar toda su capacidad o, en caso de no tener suficiente ropa para completarla, utilizar los programas de media carga. De esta forma, se aprovecha el agua y jabón empleados para cada lavado. Hay que tener en cuenta que el límite máximo de carga se refiere a la ropa mojada, así que tampoco conviene exceder estos límites (normalmente 4 ó 5 kilos), pues resultaría contraproducente.

Por otra parte, en el caso de aguas duras es conveniente utilizar descalcificadores y limpiar regularmente el filtro de la lavadora de cal e impurezas, mejorará su funcionamiento y te permitirá prolongar la vida útil de este imprescindible electrodoméstico. Puedes conocer la calidad del agua de tu hogar a través del Check House de LABOCHECK, que informa, entre otros parámetros, de la dureza del agua.

Hay que tener en cuenta además que la mayor parte de la energía que utiliza la lavadora, entre el 80 y el 85%, se destina al calentamiento del agua. Así, el ciclo de lavado a 90 ºC consume casi el doble de energía que el de 60 ºC y cuatro veces más que el de 40 ºC. Por ello, siempre que sea posible, es aconsejable utilizar temperaturas bajas o templadas.

En este sentido, hoy en día, existen en el mercado jabones capaces de eliminar manchas difíciles incluso en agua templada o fría. Los jabones líquidos o disueltos en agua hacen trabajar menos a las lavadoras, pero es importante no utilizar demasiado jabón, ya que un uso excesivo genera espuma que requiere un mayor esfuerzo del aparato, pudiendo llegar a estropearlo. 


Desde LABOCHECK, te recomendamos este vídeo de Hogar y Jardín en el que se ofrecen consejos para poner la lavadora si vives solo. 

1 comentario: