Somos conscientes de que es
necesario ingerir agua regularmente para que sean posibles las múltiples
reacciones químicas que tienen lugar en nuestro organismo, además sabemos que
el agua que consumimos debe ser agua potable lo más limpia y purificada posible.
Sin embargo, desconocemos la importancia
real de beber agua en la cantidad que nuestro cuerpo necesita.
Y es que está probado científica y clínicamente que buena parte de las enfermedades, especialmente las degenerativas, tienen su causa en la deshidratación del organismo ante la carencia crónica de agua. El cuerpo emite avisos urgentes cuando necesita agua, si no se reconocen y se tratan, pueden dar lugar a una posible deshidratación crónica, con daños irreversibles. El asma, las alergias y los dolores crónicos en diferentes zonas del cuerpo como la migraña, colitis, dolor de piernas o lumbar, entre otros, pueden ser signo de deshidratación.
Asimismo, el cerebro requiere un buen nivel de hidratación y de sodio para el buen funcionamiento de los mecanismos de neotransmisión. De modo que, si a la deshidratación se suma la falta de sodio y de otro aminoácido esencial, damos con una de las principales causa de algunas patologías cerebrales como el alzheimer, el parkinson, la esclerosis múltiple o la depresión.
Aunque parece aceptarse que la depresión se debe a temores, inseguridades y problemas sociales, la depresión como enfermedad es el resultado de una carencia de agua en el tejido cerebral. Si bien el cerebro utiliza energía eléctrica generada en el interior del cuerpo que requiere circulación del agua para funcionar, se entiende que la deshidratación disminuye la generación de energía en el cerebro y muchas funciones cerebrales se vuelven ineficaces.
La migraña también suele deberse a la deshidratación del organismo, pues esta dolencia revela una especie de estrés de calor, ya que funciona como indicador de regulación de la temperatura corporal. De modo que un exceso de calor en el cuerpo puede evitarse simplemente bebiendo agua regularmente.
Así también, el cuerpo deshidratado activa unos procesos fisiológicos muy similares a los de situaciones de estrés, por lo que la falta de agua es motivo de estrés y agota las reservas de agua del cuerpo.
Desde LABOCHECK te recomendamos que bebas agua con regularidad para gozar de mejor salud y evitar ciertas enfermedades. Además, te recordamos que puedes analizar tu agua con Check Salud y Check House para conocer su composición y poder consumirla con total tranquilidad.
Y es que está probado científica y clínicamente que buena parte de las enfermedades, especialmente las degenerativas, tienen su causa en la deshidratación del organismo ante la carencia crónica de agua. El cuerpo emite avisos urgentes cuando necesita agua, si no se reconocen y se tratan, pueden dar lugar a una posible deshidratación crónica, con daños irreversibles. El asma, las alergias y los dolores crónicos en diferentes zonas del cuerpo como la migraña, colitis, dolor de piernas o lumbar, entre otros, pueden ser signo de deshidratación.
Asimismo, el cerebro requiere un buen nivel de hidratación y de sodio para el buen funcionamiento de los mecanismos de neotransmisión. De modo que, si a la deshidratación se suma la falta de sodio y de otro aminoácido esencial, damos con una de las principales causa de algunas patologías cerebrales como el alzheimer, el parkinson, la esclerosis múltiple o la depresión.
Aunque parece aceptarse que la depresión se debe a temores, inseguridades y problemas sociales, la depresión como enfermedad es el resultado de una carencia de agua en el tejido cerebral. Si bien el cerebro utiliza energía eléctrica generada en el interior del cuerpo que requiere circulación del agua para funcionar, se entiende que la deshidratación disminuye la generación de energía en el cerebro y muchas funciones cerebrales se vuelven ineficaces.
La migraña también suele deberse a la deshidratación del organismo, pues esta dolencia revela una especie de estrés de calor, ya que funciona como indicador de regulación de la temperatura corporal. De modo que un exceso de calor en el cuerpo puede evitarse simplemente bebiendo agua regularmente.
Así también, el cuerpo deshidratado activa unos procesos fisiológicos muy similares a los de situaciones de estrés, por lo que la falta de agua es motivo de estrés y agota las reservas de agua del cuerpo.
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