El
momento de traer un hijo al mundo es único, íntimo y personal. Por este motivo,
cada mujer, aconsejada por su médico, debe elegir cómo quiere que sea su parto bajo
sus instintos maternales, y para ello es importante que conozca las diferentes
formas de dar a luz. En este post, desde LABOCHECK,
os vamos a hablar sobre los partos en el agua.
Esta
alternativa tiene como objetivo utilizar el agua como elemento de ayuda durante
el proceso de dar a luz o solamente en una parte de éste. De este modo, la
finalidad no es parir en el agua, sino usar el agua para relajarse, para
dilatar y adoptar una postura natural, aunque luego se termine dando a luz
dentro del agua o fuera de ella.
El parto en el agua tiene numerosos beneficios, tanto para la madre como para el bebé. Aunque no hace menos traumático este momento para el bebé, su sufrimiento sí que se minimiza y además, todas las sensaciones de su nuevo mundo, como los sonidos, las luces, los contactos y los cambios de temperatura, le van llegando poco a poco, lo que lo aleja de momentos de estrés. No obstante, los beneficios del parto en el agua son mayores para la madre.
El contacto con el agua, permite que la mujer se relaje, disminuyendo tensiones musculares y reduciendo los posibles desgarros. Además, los efectos relajantes del agua atenúan el dolor del parto en la madre y le permite adoptar una posición más favorable, haciéndole más cómodo el movimiento. Los partos en el agua permiten a la madre gozar de un momento de mayor intimidad y más personal. Todo esto llega también al bebé, facilitándole este momento involuntario para él.
Es interesante saber que, según estudios, los niños que nacen en el agua mantienen una relación psico-afectiva más especial con la madre, gracias a una mejor comunicación emocional durante este hermoso inicio de su vida.
Este método para dar a luz se puede llevar a cabo en la propia casa, siempre que se cuente con la presencia de un especialista, o también en clínicas y hospitales, pues cada vez son más los centros médicos que disponen de bañeras de parto perfectamente preparadas y controladas.
El parto en el agua tiene numerosos beneficios, tanto para la madre como para el bebé. Aunque no hace menos traumático este momento para el bebé, su sufrimiento sí que se minimiza y además, todas las sensaciones de su nuevo mundo, como los sonidos, las luces, los contactos y los cambios de temperatura, le van llegando poco a poco, lo que lo aleja de momentos de estrés. No obstante, los beneficios del parto en el agua son mayores para la madre.
El contacto con el agua, permite que la mujer se relaje, disminuyendo tensiones musculares y reduciendo los posibles desgarros. Además, los efectos relajantes del agua atenúan el dolor del parto en la madre y le permite adoptar una posición más favorable, haciéndole más cómodo el movimiento. Los partos en el agua permiten a la madre gozar de un momento de mayor intimidad y más personal. Todo esto llega también al bebé, facilitándole este momento involuntario para él.
Es interesante saber que, según estudios, los niños que nacen en el agua mantienen una relación psico-afectiva más especial con la madre, gracias a una mejor comunicación emocional durante este hermoso inicio de su vida.
Este método para dar a luz se puede llevar a cabo en la propia casa, siempre que se cuente con la presencia de un especialista, o también en clínicas y hospitales, pues cada vez son más los centros médicos que disponen de bañeras de parto perfectamente preparadas y controladas.
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