Hay gente que cree que al beber grandes cantidades de agua se elimina la grasa a través de la orina. Es más, seguro que alguna vez has oído decir que beber un vaso de agua en ayunas ayuda a adelgazar. A pesar de tratarse de un falso mito, esta conocida afirmación encierra algo de verdad.
Lo cierto es que el responsable de nuestro cuerpo queme mayor o menor cantidad de calorías es nuestro metabolismo, de forma que cuanto más activo está, más calorías elimina. Una buena manera de mantener activo nuestro metabolismo es practicando algún tipo de ejercicio, que estimula la actividad de nuestro organismo incluso después de practicarlo.
Pero el ejercicio no es lo único que activa nuestro metabolismo. La alimentación y otros hábitos saludables también influyen en dicha activación. Tras pasar toda la noche en reposo y sin beber, tomar un vaso de agua en ayunas es una buena forma de empezar el día. Con este sencillo gesto, además de hidratarnos, estamos despertando a nuestro organismo, dándole la señal de que puede comenzar a quemar calorías.
Sin duda, tomar agua es una buena forma de poner en marcha nuestro metabolismo y preparar a nuestro cuerpo para el resto del día, pero beber agua en ayunas no ayuda a eliminar grasas del cuerpo. Sencillamente, se trata de un hábito que ayuda a hidratarnos y eliminar toxinas, que nunca debe sustituir al desayuno. Además, vale la pena recordar que beber agua ayuda a mantener la elasticidad de la piel, dándole un aspecto más terso y retrasando la aparición de arrugas.
Si tienes dudas sobre la calidad del agua que consumes habitualmente, puedes analizarla con el Check House o el Check Salud de LABOCHECK, que incluye la determinación de parámetros físico-químicos que nos permiten conocer la concentración de las sales mayoritarias del agua.
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