El agua proveniente
de la inundación puede resultar contaminada por sustancias arrastradas de las
zonas inundadas, como estiércol, residuos de fosas sépticas o plantas de
tratamiento de agua residual, pesticidas o fertilizantes aplicados a cultivos
que se han inundado, etc.. Al entrar en contacto el agua procedente de la
inundación con las aguas subterráneas, directamente a través de las
instalaciones del pozo, o por filtraciones en los terrenos próximos, puede
afectar a la calidad del agua de nuestras instalaciones.
En este caso, el
agua del pozo puede estar contaminada con bacterias, materia orgánica, así como
otros contaminantes procedentes de actividades agrícolas o industriales y que
pueden provocar que nuestra agua no sea apta para consumo humano u otros usos
(riego, agua para animales o mascotas, usos domésticos, etc.).
Desde LABOCHECK
les recomendamos que si ha habido inundaciones alrededor de su pozo o existe
alguna sospecha o riesgo de que su suministro haya sido contaminado por las
inundaciones, no utilizarla hasta asegurarse de que el agua es apta para su
uso, evitando de esta forma posibles afecciones causadas por el consumo de agua
contaminada.
Algunos signos que
pueden indicarle que su pozo este contaminado son los siguientes:
- Escombros, barro, agua o manchas que indican que el pozo ha estado inundado.
- Erosión o tierra inestable en la superficie de tierra alrededor del pozo.
- Daños en el revestimiento del pozo.
- Olor, sabor o aspecto inusual en el agua del pozo.
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