17 de mayo de 2013

Las aguas minerales y los hipertensos



La hipertensión arterial afecta a muchos millones de personas en el mundo. Concretamente, se calcula que el 25% de la población adulta de los países desarrollados sufre este problema. El problema de la hipertensión se origina cuando los niveles de la presión arterial se mantienen elevados, de forma persistente, por encima de los límites considerados como normales. Actualmente, los datos sobre las causas de mortalidad en los países occidentales la sitúan como la primera causa de muerte, por encima de enfermedades como el cáncer o los accidentes de tráfico. La hipertensión es un riesgo para nuestro bienestar, incluso con independencia de otros factores de riesgo.

La persona hipertensa tiene que seguir una serie de pautas establecidas por su medico, los principales tratamientos van dirigidos fundamentalmente a la reducción del consumo de sodio (sal) y a aumentar el ejercicio físico de tipo aeróbico como andar o correr. La modificación del estilo de vida de la persona hipertensa es fundamental para disminuir las posibles complicaciones que esta enfermedad puede traer.

El consumo de aguas minerales por parte de los hipertensos puede tener cierta importancia, ya que, hasta hace poco, las recomendaciones tenían solo en cuenta  las cantidades de sodio. En las dietas hipo-sódicas más restrictivas no se aconsejan las aguas con contenido mayor de 20 mg/l y la normativa de aguas envasadas recoge la posibilidad de etiquetar  a las aguas como sódicas. Pero un agua mineral rica en sodio puede ser una fuente significativa de cloruro o de bicarbonato (dependiendo del contenido de cloruro y de bicarbonato acompañante), así como de potasio, calcio y magnesio, elementos todos ellos importantes en la sensibilidad de la presión arterial al sodio.

De este modo, consumir agua con mineralización débil no supone un riesgo para la salud del hipertenso. Las aguas minerales que encontramos en cualquier supermercado, poseen cantidades variables de sodio, por ello, los hipertensos deben prestar atención al contenido de este mineral.


Desde LABOCHECK recomendamos que para evitar padecer hipertensión debemos aumentar la ingesta del potasio (frutas y verduras como las patatas, las uvas, las plátanos, etc.), reducir en la proporción de consumo de sodio/potasio e incrementar el consumo de calcio (productos lácteos), de magnesio y de vitaminas A y C y también la ingesta de fibra vegetal, grasas no saturadas (aceite de oliva, girasol y maíz), proteínas y carbohidratos.

Por ello, desde LABOCHECK recomendamos a las personas hipertensas que, independientemente de la restricción de sal en la dieta, la complementen con aguas minerales ricas en bicarbonato sódico, calcio, potasio y magnesio. Si necesitas conocer los parámetros físico-químicos de tu agua, te ofrecemos el CHECK SALUD, con esté análisis de agua podemos conocer la concentración de sales que contiene, puesto que un exceso o defecto de determinadas sales puede resultar perjudicial para el organismo, sobre todo, si eres hipertenso.

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